En el cuidado diario de la piel hay dos zonas que probablemente acostumbres a descuidar: el cuello y el escote. Paradójicamente, son dos de las áreas en las que más se nota el paso del tiempo. Y también dos de las partes de tu cuerpo más expuestas a factores como los rayos UVA y UV.
Por ello, empieza a incluirlos en tu rutina de cuidado de la piel para lucirlos sanos. Tanto el cuello como el escote son frágiles y propensos a fotoenvejecer, por lo que protegerlos del sol es el primer paso para empezar a cuidar estas dos zonas del cuerpo.
SENCILLAS ACCIONES PARA CUIDAR DÍA A DÍA TU CUELLO
La piel del cuello es fina y contiene muy pocos folículos pilosos. Además, los músculos de esta zona están poco ejercitados. El resultado es una dermis sensible y seca. El hecho que la piel se descuelgue puede deberse a la genética, al exceso de radicales libres fruto de factores como el tabaco o la contaminación, la cual contribuye a la destrucción del colágeno de la piel, o el estrés, que provoca la pérdida de brillo en la tez.
Puedes ayudar a la salud de tu cuello con pequeñas acciones diarias. Te contamos algunas:
1.- Haz gimnasia facial. Realiza ejercicios que estimulen en la zona la circulación sanguínea, la oxigenación de los tejidos y el fortalecimiento de la musculatura.
2.- Aplica productos específicos para tratar arrugas y la firmeza del cuello. Las mascarillas y los exfoliantes también serán buenos aliados. Consulta con tu farmacéutico qué productos son la mejor opción para ti y cómo incorporarlos en tu rutina.
3.- Escoge bien tu almohada. Si duermes más de lado convendrá una que sea un poco alta para compensar la diferencia entre hombro y cabeza. Si tiendes más a conciliar el sueño boca arriba, es más adecuado un modelo bajo para mantener la línea que forman el cuello y la columna.
4.- Mantén una postura erguida. Para ayudar a evitar las arrugas y la papada, por ejemplo, controla la altura de la pantalla, si trabajas delante de un ordenador.
5.- Hidrata la zona. Ayuda a prevenir que la piel pierda elasticidad y favorece que luzca joven.
¿Y LA PAPADA?
La papada es un fenómeno que sucede por el sobrepeso y factores genéticos. A medida que el tiempo pasa, la papada va acentuándose debido a la pérdida de firmeza de la piel.
Para combatirla, puedes acompañar la crema reductora específica para la papada adiposa con un masaje en la zona. De esta forma, el drenaje linfático y la circulación sanguínea rebajarán la inflamación y mejorarán el aspecto de tu cuello.
EL ESCOTE, ZONA VULNERABLE A LOS RAYOS DEL SOL
La piel del busto es tan fina como la del cuello y, sobre todo con el buen tiempo, queda expuesta a agentes como los rayos solares o la polución. Por ello, hay que cuidarla como es debido.
Más allá de utilizar productos cosméticos adecuados, puedes ayudar a la salud y aspecto de tu escote llevando un estilo de vida saludable: una alimentación equilibrada, reducir el alcohol y evitar el tabaco, son algunos de los aspectos.
Para que luzca tersa y luminosa, un buen hábito que puedes adquirir es nutrirla de manera regular y constante con una buena leche hidratante o un aceite. Exfoliarla con un producto suave desprenderá las células muertas y ofrecerá la limpieza necesaria sin irritar el pecho.
La protección solar es imprescindible para evitar las manchas, pecas…que pueden derivar en males mayores. Por otro lado, el sol es el encargado en su mayoría de esas pequeñas arrugas que se acumulan en el centro del escote con el paso de los años.
Para mantener su firmeza, incorpora el ejercicio físico. Trabajar los pectorales te permitirá una buena sujeción de las glándulas mamarias. El pecho se mantendrá erguido mucho más tiempo.